Crear un huerto ecológico rico en biodiversidad está al alcance de todos gracias a unos sencillos consejos.
Al optar por plantas nativas , dejar que el césped crezca de forma natural o adoptar métodos orgánicos de cobertura con mantillo, puede contribuir a un ecosistema saludable.
Descubre cómo evitar el uso de productos químicos, favorecer las plantas productoras de miel , hacer abono y adoptar prácticas respetuosas para transformar tu jardín en un auténtico refugio ecológico.
Elige plantas autóctonas
Optar por plantas nativas es esencial para apoyar la biodiversidad. Estas plantas, procedentes del entorno local, se adaptan mejor al clima y al suelo y requieren menos recursos.
Elija plantas cultivadas orgánicamente si es posible y asegúrese de evitar las flores dobles que proporcionan poco néctar a los polinizadores.
Deja crecer la hierba
Una forma sencilla de promover la biodiversidad es dejar que parte de tu jardín evolucione de forma natural.
Al permitir que crezcan pastos y malezas, se proporciona un hábitat valioso para una multitud de especies, desde insectos hasta pequeños mamíferos. Este espacio natural también favorece la polinización y mejora la calidad del suelo.
Uso de mantillo orgánico
El mulching es una técnica ecológica que consiste en cubrir el suelo con materia orgánica como paja u hojas muertas.
Esto ayuda a conservar la humedad, enriquece el suelo con nutrientes y previene el crecimiento de malezas sin necesidad de herbicidas. Evite los medios de cultivo a base de turba, que son insostenibles y amenazan las turberas, ecosistemas que ya son frágiles.
Priorizar las plantas melíferas
Las plantas de miel y néctar proporcionan polen y néctar a los insectos polinizadores como las abejas y las mariposas. Al introducir flores individuales en lugar de flores dobles, se maximiza el suministro de nutrientes para estos preciosos aliados del jardín. Estas plantas también contribuyen a la fertilización de frutas y verduras mejorando la producción.
Sin productos químicos
Para crear un jardín verdaderamente respetuoso con el medio ambiente, prohíba los pesticidas y herbicidas químicos.
Estas sustancias eliminan no sólo los parásitos sino también muchas criaturas beneficiosas que contribuyen al equilibrio del ecosistema. Adopte métodos naturales de manejo de plagas, como la introducción de depredadores naturales o el uso de repelentes orgánicos.
Compostaje y economía circular
El compostaje es una práctica esencial para reducir los residuos del jardín y enriquecer el suelo.
Al transformar los residuos orgánicos en compost, fortaleces la estructura del suelo y aumentas su capacidad para retener agua. Esto hace que su jardín dependa menos de los fertilizantes químicos y al mismo tiempo apoya una economía circular a pequeña escala.
El test de los calzoncillos: una divertida evaluación de la fertilidad
Para evaluar la salud de su suelo de una manera divertida, la «prueba de deslizamiento» es un método accesible. Se trata de enterrar la ropa interior de algodón en el suelo y luego exhumarla al cabo de dos meses.
Si el algodón está en gran parte descompuesto, esto indica una biodiversidad microbiana viva y activa, un signo de suelo fértil.